Prólogo                                              Interludio

 

Prólogo

Después de muchas horas de trabajo por fin he conseguido encontrar un punto de acceso a la red que no estuviera vigilada ni por militares ni por el gobierno, aunque no sé cuánto podrá durar…

Nos tienen encerrados en nuestro pueblo, repudiados como si fuéramos escoria. Tiemblo de indignación mientras escribo estas palabras. Ni en la televisión, ni en la radio hablan de nosotros; y cuando descolgamos el teléfono sólo recibimos el silencio al otro lado de la línea.

Todo empezó con la irrupción de los militares en el pueblo, bloqueando todos los accesos y salidas. Después fueron por las calles avisando por megafonía de que nadie saliera de sus casas hasta nuevo aviso. Al caer la noche, gritos y ruidos extraños resonaban en las calles.

Trasladé entonces todas mis cosas a mi lugar de trabajo, la oficina de correos. El sótano de este edificio es el sitio más seguro de todo el pueblo.

Un día una carta aterrizó de repente en el buzón de correos. A los pocos días volvió a caer otra, y así sucesivamente. A cuentagotas llegaban las cartas de los vecinos, suplicantes palabras que anhelaban ser leídas, intentando buscar un poco de luz dentro de esta siniestra oscuridad.

Es mi deber hacerlas llegar ahora al resto del mundo. Todos tienen que conocer la verdad sobre lo que está pasando en este pueblo.

 

Prólogo

Los días pesan sobre mí como losas sobre mi tumba. Si no fuera por la promesa que me hice a mí mismo y a vosotros, ya hace tiempo que habría corrido desnudo por las calles del pueblo, invitando a los zombis a darse un buen banquete conmigo. Siento que si no me uno a ésta locura, acabaré siendo devorada por ella.

Toda la información que recibo del exterior, es gracias a las cartas que os transcribo poco a poco, cuyo contenido me provoca pesadillas:

Una adolescente viendo cómo devoran a su hermana por culpa del amor.

Una anciana enloquecida por el vicio hasta el punto de llegar a matar cruelmente, convirtiéndose en un monstruo más en esta feria de los horrores.

Un joven atormentado por la pérdida de su hermano pequeño y los sentimientos de culpabilidad por la muerte de sus padres.

Una muchacha, infectada por la mordedura de su propia amiga, resistiendo contra su propio monstruo interior a base de medicinas creadas por ella misma.

Un cura borracho, carente de fe, buscando la redención en forma de un niño pequeño de 6 años. ¿Donde está Él ahora, padre?

Y esa chica huyendo con dos niños, ¿quién es?

Demasiadas preguntas, demasiados horrores.

¿Serán éstas mis últimas palabras?

Espero que no, aún tengo muchas más cartas por subir.

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