Aurora
09/Dic/2014
bloody hand
28

Querida hermana;

Las cosas están cambiando a un ritmo vertiginoso. Creo que el fin está cerca y esta vez de verdad.

Hace dos noches intenté sonsacarle información al vigilante del que le hablé en mi anterior carta, un auténtico llorica, el cual me contó entre lágrimas que tuvo que matar a su esposa cuando la descubrió arrancándole las entrañas a su hija (ya ve usted qué pena me dio…), y aprovechando su momento de debilidad pude pude descubrir que algo muy malo está pasando ahí arriba. Están todos muy nerviosos y con miedo. Parece ser que los militares que deambulaban por el pueblo por fin actuarán, pero no para rescatarnos, sino para masacrar a toda persona y criatura viva que encuentren a su paso. Se creen con ese derecho, como si nuestras vidas (la de quién ya sabe, no) no valiesen nada y sin tener en cuenta todo lo que hemos pasado. Se imaginará, entonces, lo nerviosa que estoy ahora mismo. Y encima Tamara acaparando toda la atención de mi niño. Esa PERRA. Para colmo están con cariñitos todo el día, como si no se diesen cuenta de la cantidad de cosas más importantes en las que pensar ahora mismo.

Ayer mandé a Álvaro a explorar las alcantarillas (espero que no le pase nada malo ahí fuera). Utilizó la excusa de querer unirse a la causa para que el vigilante le sacase de aquí. Necesitan gente joven, así que no se lo pensaron dos veces. Se supone que ahora está memorizando todos los pasillos y salidas que existen para que cuando todo esto estalle, venga a buscarnos y salir de aquí pitando. Lo peor es que ahora me he vuelto a quedar a solas con la víbora esa. Me tiene miedo, hermana, y eso me encanta. Quiero ver cómo se le escapa la vida cuando la mire fijamente a los ojos mientras le arrebato el alma. Siempre creí en las historias que nos contaba el cura sobre demonios que te poseían, y mi demonio interior no podrá aguantar mucho más encerrado.

De momento yo estoy rebuscando entre la basura que tenemos en un rincón, a ver si puedo conseguir algo útil que pueda utilizarlo como arma. Seguro que Álvaro no tardará mucho en volver. Nos tiene que pasar también un esbozo del mapa por si en algún momento nos separamos (que espero no suceda), podamos reencontrarnos en la superficie.

El fin está cerca hermana, lo presiento. Esto no durará mucho más.